Thursday, February 11, 2016

Miguel Cabrera implementa los principios y las tecnicas de Andrea Pozzo en México

Los Jesuitas fueron establecidos por San Ignacio de Loyola (1491-1556) en 1541, con la aprobación del Papa Pablo III , el mismo Papa quien convocaría al Concilio de Trento (1545-1563), donde jugaron un papel importante en la planeación de la Contra Reforma Católica .
 
El jóven capitán Ignacio de Loyola,  herido
en la defense de la batalla de Pamplona
contra los invasores franceses.

La Reforma de la Iglesia Católica, tal como previsto por el Papa Pablo III y los jesuitas,  abarcaba toda la vida de la Iglesia, con cambios profundos en la Liturgia, y en el Arte Sacro. El estilo barroco nació, y llegó a ser muy popular en Roma a principios del siglo 17. Dos iglesias de Roma que se convirtieron en emblema de este estilo fueron San Ignacio y Il Gesu .

Fontana dei Quattro Fiumi di Gian Lorenzo Bernini

El Barroco fue promovido en la escultura por Gian Lorenzo Bernini (1598-1680), y en la arquitectura por Francesco Borromini (1599-1667).
Ilustración en el libro de
Andrea Pozzo sobre la
pintura del techo de la
nave central de Sant'Ignazio
 
Durante este período, muchos grandes pintores pasaron a formar parte de este movimiento barroco en Roma durante la primera mitad del siglo 17, posiblemente el más famoso de todos ellos siendo Caravaggio (1571-1610). Sin embargo, incluso más que el genio de Caravaggio, los jesuitas como los principales rectores de este nuevo estilo de arte del barroco, siguieron a uno de los suyos: Andrea Pozzo (1642-1709), un hermano consagrado de la Compañía de Jesús , nacido en Trento.

Il Gesu, Roma
Andrea Pozzo era un maestro escenógrafo, arquitecto y pintor. Además de todos estos campos, Andrea Pozzo era un teórico maestro en el arte, lo que hizo patente en su "Perspectiva pictorum et architectorum " (1693). Se aplican estos principios a la bóveda de San Ignacio, junto con sus técnicas de la quadratura y trompe l'œIf.

El retablo del altar
Iglesia de San Francisco Javier
diseño por Miguel Cabrera

Martín Cabrera, como el mayor confidente de los jesuitas en el siglo 18 en cuestiones de arte después de la muerte de Cristóbal de Villalpando, se convertirá en su protegé, a cargo de la utilización de los preceptos de Andrea Pozzo en la bóveda de la Iglesia de San Francisco Javier en Tepotzotlán. Durante la Exposición "Martin Cabrera, Tramas de la Creación, " seremos testigos de cómo trató de implementar los principios de Andrea Pozzo.

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