En la Exposición a la que nuestro grupo, Camino del Arte Sacro, ha sido invitada se llama "Miguel Cabrera, y las tramas de la Creación," en donde vamos a ser testigos este miércoles de la suavidad en San José, que carga al Niño Jesús en su regazo, una pintura de extraordinaria belleza y elegancia, Vemos a José, no como un anciano, ni como un hombre de la edad de María, sino como un hombre de unos treinta años, con un vestido bordado de oro.
Por otro lado, veremos a Cristo como en el Evangelio del Buen Pastor. Aquí Miguel Cabrera convierte la imagen verbal en una imagen pictórica, y no solo Cristo resucitado como el Buen Pastor, sino Su Madre, la Virgen, como la Buena.Pastoria, igualmente empeñada en la tarea de nuestro bienestar espiritual.
Jesús, el Buen Pastor!
Note las heridas en los pies
de Cristo.
Nuestra Señora,
la Buena Pastora
Tanto la Santísima Virgen, así como Nuestro Señor Jesucristo llevan sombreros en las pinturas de Miguel Cabrera. Esto es bastante común en el mundo de la pintura durante el siglo 18 en Perú como en Guatemala, pero algo inusual en el arte mexicano. En ambos retratos, las ovejas tienen rosas en sus bocas, que simboliza el Santo Rosario. En el fondo, podemos ver un monstruo seguir una oveja perdida: el mostruo de la tentación.
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